3.1 Principios de aplicación de la tecnología educativa en la diversidad, así como las ayudas tecnológicas que pueden aplicarse para establecer el proceso de comunicación con los alumnos con TDAH.
Problemas en el lenguaje y en la comunicación de niños con TDAH.
Alrededor de un 40%-60% de los niños con TDAH tienen también trastornos
del desarrollo del lenguaje (Tannock y Brown, 2003). Asimismo, en un
60% de los niños de educación infantil que reciben un diagnóstico de
trastornos del desarrollo del lenguaje, se encuentran criterios
diagnósticos de TDAH.
Ya en el comienzo del desarrollo del
lenguaje se encuentran diferencias entre los niños con TDAH y los que no
padecen este trastorno. Entre un 6% y un 35% de niños con TDAH sufren
retraso en el comienzo del lenguaje -aparecen más tarde las primeras
palabras y las primeras combinaciones de palabras- mientras que esto
sólo ocurre entre el 2% y el 6% de niños sin TDAH. Pero no todos los
niños con TDAH tienen dificultades importantes en la adquisición de los
niveles básicos del lenguaje, lo que hace suponer que ésta es una
condición añadida al trastorno que viene a agravar sus dificultades en
el desarrollo cognitivo y social, así como, a acrecentar los habituales
problemas para el aprendizaje que se observan en estos niños.
En general, tal como se recoge en el DSM-IV-TR, en los niños con TDAH en edad escolar pueden presentarse síntomas relacionados con el lenguaje y la comunicación. Las contestaciones impulsivas e inadecuadas en clase, las dificultades para mantener el turno conversacional y el habla excesiva que advertimos en ellos, son signos de hiperactividad e impulsividad. Como síntomas de inatención se menciona el que, aparentemente, parece que no escuchan y que con frecuencia olvidan o tienen dificultades para seguir instrucciones, síntomas que se relacionan con las dificultades de comprensión que se observan fundamentalmente en la escuela. En suma, estas características, que presentan la mayoría de los niños con TDAH, son aspectos del funcionamiento lingüístico que se consideran inherentes al propio trastorno y no una condición comórbida.
Durante la última década, las teorías que definen el TDAH como un déficit en funciones ejecutivas han aportado luz para explicar muchos aspectos de la sintomatología lingüística y comunicativa que se observa en estos niños.
Información obtenida de la siguiente página web:
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